Post the latest entry from your diary, desu

>you're not normal at all.

i wasn't trying to be deep or meaningful
i can't stop thinking about him rotting
i'm going to sleep all day

(1/3)

18.03.17

Grandes palabras de mierda para estar a sábado y no haber escrito ni ochocientas palabras en Cajas Vacías. Porque, ¿qué he hecho en estos tres días? Trabajar con pésimo rendimiento, ir al gimnasio el jueves (fui lunes y martes también, no está mal), ir al club de escritura el miércoles… Sí, debería hablar de eso.
No sé si lo habré comentado ya (me cuesta recordar todo lo que escribo), pero los miércoles, cada dos semanas, hay un grupo de escritores que se reúne durante un par de horas en el Café De Toog (que ahora está cerrado, son las diez y media de la mañana de un sábado y me he metido en un Bagels & Beans), y escribe. El miércoles pasado fue un poco extraño, ya que la organizadora, una alemana alta y seria llamada Laura, no pudo asistir. Apareció una chica tejana con su novio. Sí, ya recuerdo. Hablé del novio, un rubiales con corbata a rayas que parecía salido de una película de Wes Anderson. Estábamos, como decía, los tres tipos, y parecía que nadie iba a aparecer. Empezamos con un pequeño ejercicio (escribir durante diez minutos sobre un tema aleatorio) y, mientras lo realizábamos, llegaron dos escritores más: un asiático extrañísimo (ya estuvo hace dos semanas) y una polaca bastante guapa, con el pelo teñido débilmente de verde. Estuvimos escribiendo tranquilamente hasta que, a las nueve y cuarto, la pareja se fue.
—Hasta luego.
Qué cordiales y qué correctos. Qué gente más maja.
La polaca seguía frente a mí, y yo, que aún no había tenido ocasión de hablar con ella, me pedí otra cerveza y decidí seguir escribiendo mientras ella lo hiciese, dispuesto a salir del bar al mismo tiempo. Avancé torpemente con cajas vacías, escribí mi entrada en el diario… Hice todas esas cosas. En un momento dado, unos veinte minutos después de que la pareja se hubiese ido, vi por el rabillo del ojo que la polaca estaba recogiendo sus cosas. Creo que llevaba un ordenador, y lo guardó en su mochila. Rápidamente, pero aparentando tranquilidad y decisión, hice lo mismo: cerré mi ordenador, lo metí en su funda, empecé a ponerme el abrigo, apuré la cerveza. El japonés (asumo que era japonés, aunque no tengo ni puta idea), al verme recoger, se puso también a ello.

—¿Qué tal ha ido?—, pregunté a la chica.
—Oh, no he terminado—, dijo mientras sacaba unas hojas impresas, corregidas con bic azul. —Ahora voy a corregir durante un rato.
—Pero… Ya ha pasado una hora—, repliqué con torpeza.
—Ya, bueno, normalmente no miro el reloj cuando escribo.
Y sonrió.
—Ah.
—…
—¿Y qué estás escribiendo?
—Escribo… (y dijo algo así como ficción fantástica figurada o algo por el estilo, no recuerdo el nombre).
—Ah. ¿Qué es eso?
—Fantasía, pero con pocos elementos fantásticos—, creo recordar que dijo. Se hizo un silencio incómodo, que intenté romper como pude.
—Bueno, ¿y a qué te dedicas?
—Traductora del polaco al holandés.
—Ah, entonces ¿escribes en polaco?
—Sí. ¿Y tú?
—En español. Soy español.
—¿Y qué estás escribiendo?
—Una historia sobre Luxemburgo. Estuve viviendo en Luxemburgo un par de años.
—Ah.
—Pero me da pena escribir en español, porque la gente que escribe en inglés tiene un mercado tan grande…
No sé por qué dije esta última falsedad, en un intento desesperado por avivar una conversación que no conducía a ninguna parte, fruto de mi autismo vergonzante y mi nerviosismo adolescente.
—Bueno, bues imagínate el polaco.
—Jajajaja. Sí. ¡Es verdad! ¿Y traduces mucho?
—Pues no, la verdad. Casi todo son documentos técnicos, legales… ¿Tú a qué te dedicas?
—Trabajo de editor y escritor para una editorial especializada en impuestos. Por eso escribo sobre ello.
—Ah.
—¿Entonces no te vas?
En ese momento, el japonés se despidió, crucé un par de palabras amables con él y se fue.
—No, me voy a quedar editando esto—, dijo empuñando los papeles.
—¿A ver, puedo verlo?
—Está en polaco.
Igualmente cogí los papeles, impresos por las dos caras, la letra bien apretada. Había empezado a corregir, pero sólo las primeras páginas. El polaco era, claro, indescifrable para mí.
—¡Qué guay!—, fue todo lo que se me ocurrió.
—…
—…
—…
—Bueno, pues yo me voy. ¡Pásalo bien!
—Adiós.

(3/3)

Bajé derrotado, nervioso y cabreado, frustrado, por la escalera, pagué y me fui del Café De Toog. Al bajar la calle, camino de Vondelpark, vi en la acera de enfrente al japonés, riéndose a carcajada limpia mientras intentaba descerrajar el candado de su bicicleta. Le dije “¡Adiós”. Y me fui a paso ligero. En Vondelpark, mientras caminaba, pensé en la polaca, tal vez la primera escritora guapa e interesante que había conocido, y cómo había podido actuar tan mal frente a ella. Tal vez no la vuelva a ver. Seguro que no la vuelvo a ver. En el camino, vi cómo cruzaba a toda velocidad, tap tap tap tap, una rata débilmente iluminada por las luces de una pista de tenis adyacente al parque. Se paró junto al borde de un riachuelo que discurría paralelo al camino y empezó a beber agua. Me acerqué a ella, y vi su cola calva y repugnante, su pelaje grasiento y sus orejas color carne, como las de un humano. Al sentir mi presencia, correteó paralela al río, buscando un matojo bajo el que esconderse. Como no dio con ninguno, plop, se metió en el río y comenzó a nadar en dirección hacia la otra orilla, chapoteando suavemente. Sólo se oían las pelotas de tenis golpeadas por las raquetas y las brazadas de la rata en el río. No sabía que las ratas nadaran tan bien. En un momento dado, cuando había cubierto la mitad del ancho del río, la rata tomó aire y se sumergió. Desapareció, pero seguí las burbujas que subían a la superficie, cada vez más cerca de la otra orilla, hasta que en un momento dado, chof, apareció del otro lado, salió del agua y se perdió entre la vegetación. Una pelota de ténis cayó en el agua cuando la rata ya había desaparecido.
—¡Qué hija de puta!—, grité, y seguí caminando hacia mi casa.

tell me about your luxembourg story

I’ve been aware of Philip Larkin for some time, thanks in no small part to the absolutely scathing This Be The Verse, but now I’m looking into his modest but perfectly formed oeuvre. I’m amazed that he was asked to be Poet Laureate, and not at all surprised that he turned it down. Even now, around sixty years after he wrote some of these poems, they still touch a nerve. Aubade in particular expresses a lot of my own sentiments and concerns as of late. There’s a fair bit of death anxiety in my life lately, and I put it down to fatherhood giving me so much to live for.

This is a special way of being afraid
No trick dispels. Religion used to try,
That vast moth-eaten musical brocade
Created to pretend we never die,
And specious stuff that says No rational being
Can fear a thing it will not feel, not seeing
That this is what we fear—no sight, no sound,
No touch or taste or smell, nothing to think with,
Nothing to love or link with,
The anaesthetic from which none come round.

Cheerful stuff, but then Larkin was reputed as a no-nonsense, brutally honest sort. The perfect poet for a disillusioned post-war era, and an odd choice for Poet Laureate. A poet for the working classes who shunned Christianity and who said that 'deprivation was for him what daffodils were for Wordsworth.’ Yet he was a CBE. I wonder what the queen must have thought of him. This gloomy, angry man. But I find a lot of beauty in his cynicism and forthright, brusque manner. He’s very much the poetic equivalent of Alan Sillitoe, one of those Angry Young Men of the fifties. This sort of working class, kitchen sink realism is what I love to read and write. It stirs me. It’s genuine and confrontational. I’m not the most patriotic man, but I look at Britain’s arts in this vein, these bleak books and movies (Shane Meadows in particular), and I feel a certain pride and belonging.

Life is good. I’ll write more about it at some point.

Let me guess: you're a young twenty-something year old reader of self-help books and a lover of masculinity-focused blogs and success-coaching YouTube channels with a taste for combat sports and/or firearms.

Larkin is based and Veeky Forums should read him more

Have you read his racist diary poems?

Qué estás haciendo en Holanda?

buscarme la vida y tu?

hahahahaha. Easy there, Tony Robbins

and you're a libturd

flush yourself

>The dinner plans are on. The chosen table is suitable for further invites.
>still waiting on JF, but GA, DK, KS have confirmed, with NC expressing interest. Accommodations aren't a problem for anyone so far

Oh sorry, that's a communique...

He must have hit it on the nail.
>[F]lush yourself
High colonic?

This is the problem with diaries/journals, most people write in them as if they're planning on one day revealing them as manifestos to a sympathetic and awe-stricken public that will immediately laud them as the noble unsung geniuses of their generation. It is fucking sickening.

this sounds like a blog, but that's not a bad thing. Would read more

I like you, Butterfly

Assuming he was being sarcastic, being abnormal is overrated. I liked your diary entry because it's relatable. That's why people like most books. There sure are a lot of special fucking snowflakes on this board.

Lol yeah it's from my blog. Mostly it's for me, very few people read it.

>I don't date entries

I saw her again today, and again; I didn't talk to her. Why would she want to talk me? Sure she smiles at me, says hello, but I think she does that because she's being friendly. Service with a smile, right? On the plus side, it makes me feel great getting acknowledged from somebody, and it makes me feel like shit for not pursuing it. Another day making a wish from the nothing well. Maybe I'll spit in it the next time and drink from it.

Whatever the intent, diaries are personal and mostly will stay that way.
If people can't be megalomaniacs on their own time, in their own minds, they'll miss out on a very basic psychological need;

To feel like "the one."

Best to write without any thought on what people might think anyways,
but imo, diaries are the most truthful of any writing, and so generally full of narcissism.

It's better than claiming to be a martyr at the top of your lungs, anyways.

how is that a sickening problem?

So is it done for, I asked? I don't know she said. I don't either, I said. Part of me thinks yes, and another part of me wants to try again.

I don't know what's going to happen. Maybe w e are just too much for each other. Too much pain.

Buyt that love and connection? It was special.

Why is it so great when we're together. Why is it so lovely oto see her smile? To see her eyes light up?

I wish we'd made things work a long time ago.

Guys, op doesn't want to hear about your fucking diaries, he simply wants compliments on his handwriting and that sweet notebook he's got.

Source on that notebook, op?

kek

Soy holandés lol.

hey, buddy, kill yourself

I haven't but I've had a look at his letters to Kingsley Amis and he was a horrendously funny fucker outside of his public image.

Actually, I'm not.

However, your response tells me I was correct.